
Hay personas que para contrarrestar el aumento de peso que han cogido durante las vacaciones, se ponen a hacer ejercicio a tope en el gimnasio y se dan cuenta que les cuesta bajar de peso, incluso llegan a agobiarse porque no encuentran resultados.
Los deportistas saben que para adelgazar hay crear un déficit calórico, quemar más calorías de las que tu cuerpo consume. Insistimos en que las calorías que consumas deben ser de calidad, nada de ultraprocesados, evitando los que contengan azúcar añadidos.
Que aunque hagas todo el ejercicio que quieras si después llegas a casa y comes bollería, precocinados, refrescos, etc. naturalmente no te servirá de nada el ejercicio que hayas hecho. Por lo que la alimentación es fundamental si quieres perder peso.
El metabolismo es una serie de reacciones químicas que lleva a cabo nuestro cuerpo a fin de extraer la energía de los alimentos que consumimos. Las reacciones en nuestros cuerpos son las mismas, pero en algunas personas son más rápidas y eficaces y queman más calorías, y otras personas queman menos comiendo lo mismo. Unas personas conservan o reducen la línea y otras engordan. El metabolismo es distinto en cada persona y además influye la edad, fumar, embarazos, o si padecemos alguna enfermedad.
Las hormonas que se producen en la tiroides y cuando la tiroides no funciona y no produce suficientes hormonas, lo que se llama Hipotiroidismo, es otro factor que influye en la perdida de peso.
En este caso el metabolismo es muy lento, además produce efectos como intolerancia al frío, aumento de peso, o cansancio. Naturalmente si crees que este puede ser tu caso, te aconsejamos acudir al médico para que te prescriba un tratamiento.
Otro de los factores que podríamos numerar es el estrés. Hay muchas personas que tras las vacaciones, la rutina de la vuelta al trabajo, así como la atención del día a día, la casa y los niños, les produce estrés, lo que puede ser contraproducente y dificultar la pérdida de peso.
Otro motivo para no bajar de peso puede ser el no dormir bien. Puede ser por el motivo que hemos dicho antes, el estrés o insomnio, cambios de horario, etc. El insomnio afecta a la producción de las hormonas leptina y grelina que regulan la sensación de saciedad y hambre. Dormir poco o dormir mal puede ser un motivo de que no consigas perder peso.
Hay que estar suficientemente hidratado. A veces confundimos la sed con el hambre y comemos cuando en realidad lo que se necesita es beber un buen vaso de agua. Beber agua ayuda a bajar de peso, haz la prueba, si bebes un vaso de agua antes de las comidas, te ayudará a sentirte saciado antes y comerás menos, o sea, consumirás menos calorías. Si bebes agua suficiente podrás quemar un 25% más de calorías.
Posiblemente no notes que pierdes peso aunque estás perdiendo grasa, ésta compensa con el aumento de músculo que también pesa. Por eso no notas la pérdida de peso, realmente pesas lo mismo, pero lo importante es que has perdido grasa. No te dejes influenciar solo por la pesa, pues como ves si este es tu caso vas por buen camino.
Estos factores son muy fáciles de ver por un buen profesional. Te aconsejamos te pongas en contacto con un entrenador personal, nuestro equipo de profesionales de aconsejará y te llevará a conseguir tus objetivos.