Tener una buena digestión es crucial para estar saludables. Sin embargo, muchas personas –más de las que creemos- sufren del estómago y a veces solo con comer algunas comidas se indigestan, se les hincha el abdomen y ello repercute en el día a día. Algunas incluso no quieren hacer ejercicio.
Por ello, hoy te traemos varios consejos para que tengas una buena digestión y aumentes tu calidad de vida.
Cuando ocurre la digestión se produce la descomposición de los alimentos en moléculas más pequeñas, que serán absorbidas por el intestino para nutrirnos. Sin embargo, cuando esto no sucede, los nutrientes no llegan a nuestro cuerpo cómo deberían y nos afecta en nuestra salud en general.
Lo terrible es que hoy en día llevamos un ritmo de vida tan agitado que ni siquiera nos fijamos en nuestra digestión. Incluso normalizamos algunas alteraciones del sistema digestivo como la pesadez, la inflamación abdominal, el reflujo, los gases intensos, etc.
Si sientes estos últimos síntomas es porque definitivamente tu gestión no está nada bien. El primer paso será ir al médico para ver qué sucede y solucionarlo cuanto antes.
Otra cosa que podrías hacer es pensar en cómo comes: el ritmo, si lo haces de pie o sentada, si luego de las comidas de echas a dormir, si sientes saciedad o no.
Tener una mala digestión, además de hacernos sentir mal con nosotros mismos, evitará, en muchos casos, que hagamos ejercicios cómo deberíamos. Así que toma nota de estos consejos y no olvides consultar con el nutricionista.
Es en la boca en donde inicia el proceso digestivo, por lo que este paso es muy importante. Intenta masticar muy bien los alimentos, entre 30 y 50 veces cada bocado, saborea y no engullas porque sí. Cuando comemos rápido estamos haciendo que ingrese aire al estómago y entonces nos hinchemos y nos llenemos de gases.
Ingerir grasas, carbohidratos, alcohol o café en exceso no ayudan para nada a la digestión, sino que, por el contrario, inflaman el estómago e inducen a la hinchazón y al reflujo. Por ello, hay que incluir estos alimentos con moderación.
Si tu cuerpo no está recibiendo suficiente agua tendrá problemas para funcionar de forma correcta. Cuando tu cuerpo está deshidratado puedes terminar en estreñimiento o en problemas con la digestión, ya que el colon extrae agua de las heces para mantener la hidratación, lo cual las hace más duras y difíciles de expulsar.
Cuando los desechos están almacenados en tu cuerpo te sentirás más pesada. Por el contrario, cuánto más rápido tu cuerpo pueda descomponer los alimentos, absorber los nutrientes y eliminarlos te sentirás mucho mejor.
El agua también nos ayuda a eliminar toxinas del cuerpo y desechos a través del sudor, además diluye las sales y minerales en la orina que causan los cálculos renales.
Eso sí, intenta beber agua entre comidas y no con comidas, pues nos podríamos hinchar.
Estos son microorganismos vivos (así como las bacterias y levaduras) que benefician muchísimo. Los puedes encontrar en algunos alimentos fermentados como la Kombucha, el yogurt, etc. O como suplementos dietéticos.
Entre sus beneficios están:
Ok. Entendemos que eso es casi imposible en la época en la que vivimos, pero sí hay ciertas tareas que podemos hacer para contrarrestar el estrés del día a día: una de ellas es planificar y la segunda hacer más ejercicio.
Aunque solo sea caminar, correr algo o hacer algún entrenamiento corto, esto podría ayudarnos muchísimo a mejorar el bienestar mental y, por ende, el de nuestro estómago. ¡Pruébalo!
Te dejamos un video de nuestro canal de Youtube Método Lázaro.
Periodista especializada en temas de medicina, nutrición y fitness. Amante del deporte, de la escritura y los libros.