Cada día solemos escuchar todo sobre el último y revolucionario sistema para perder peso. Y que además nos asegura tener la solución definitiva para la pérdida de peso, con el mínimo esfuerzo.
Muy lejos de ser una realidad. La pérdida de peso no es una tarea sencilla, sino que requiere de constancia y esfuerzo. Siguiendo una rutina estudiada y planificada con un profesional que aporte su asesoramiento, esta constancia y esfuerzo puede ser mucho más llevadera y sobretodo eficaz para conseguir perder peso.
Son trabajos de resistencia en los que, durante un periodo de tiempo largo se ejercitan grupos musculares grandes con una energía alta, media o baja.
Llegados a este punto, es importante diferenciar los dos tipos de entrenamiento cardiovascular existentes. Por un lado los ejercicios continuos, que son aquellos que necesitan de un esfuerzo físico prolongado durante más de media hora. Por ejemplo, cómo ir en bicicleta. Y por otro lado los ejercicios interválicos o también conocidos como HIIT, que son aquellos en los que se mezcla ejercicios de alta intensidad con ejercicios de una intensidad más baja.
Los beneficios que aporta este tipo de entrenamiento son muy extensos dada la implicación de gran parte de nuestro organismo. Uno es la pérdida de grasa. Otro el aumento de cantidad de oxígeno capaz de ser utilizado por nuestro cuerpo. Y el retraso de la aparición de la fatiga. Estos son algunos beneficios que nos puede aportar la práctica de ejercicios cardiovasculares en nuestra vida, haciendo más fácil perder peso y conseguir nuestros objetivos.
Os recomendamos que estéis atentos a nuestros próximos posts para saber todos los beneficios que aportan este tipo de ejercicios, su ayuda a la hora de perder peso y saber cuál de ellos se adapta mejor a vuestras necesidades.