Tener un buen equilibrio hormonal es esencial para bienestar del cuerpo, pero a veces sucede que este equilibrio se rompe y trae como consecuencia muchos problemas, entre ellos, el aumento de peso. Para contrarrestarlo es que existe la dieta hormonal, un régimen que propone mantener a raya las hormonas para adelgazar. ¿Realmente sirve? Te lo contamos en el Método Lázaro.
Antes de entrar de lleno a la dieta hormonal, es vital entender el papel que cumplen las hormonas en nuestro cuerpo. De la salud de las hormonas depende un buen funcionamiento del metabolismo y de la salud en general.
Por ejemplo, si nuestro cuerpo está produciendo demasiados estrógenos –que, en cantidades adecuadas, son ideales para proteger los huesos, para la fecundación o la producción de colágeno- quizás podamos aumentar de peso, tener dolores de cabeza o cambios de humor.
Entonces, lo que propone la dieta hormonal es seguir un protocolo de alimentación que sea capaz de regular el desequilibrio hormonal de nuestro cuerpo.
La dieta hormonal dura unas seis semanas y se realiza en 3 pasos. Ojo: antes de iniciar este régimen, te recomendamos que lo consultes con un nutricionista o tu médico de cabecera, sobre todo si sospechas sobre alguna desregulación hormonal.
Quizás esta es la parte más difícil, ya que hay que eliminar diversos alimentos que solemos consumir en el día a día. Por ejemplo: alcohol, café, azúcar añadido, cítricos, lácteos, carnes rojas y el gluten.
Asimismo, se recomienda aumentar el consumo de verduras, frutas, pescado, frutos secos, bebidas vegetales y cereales sin gluten.
En esta fase, podrás introducir de a pocos algunos alimentos que dejarte en la fase 1, como el café, algunas carnes rojas o lácteos descremados, pero con mucha cautela y checando cuáles te hacen sentir mejor.
Por otro lado, hay que eliminar alimentos ultraprocesados, edulcorantes artificiales y granos o harinas refinadas.
Además de continuar una alimentación saludable, en este punto hay que empezar a realizar ejercicio, tanto de fuerza como cardiovascular, y centrarse un poco más en la gestión del estrés, de las emociones y sobre todo del sueño. Recordemos que estos tres factores son clave para un buen equilibrio hormonal.
En conclusión, esta dieta no es nada del otro mundo, sino que sigue un principio ideal de cualquier buena dieta: eliminar azúcares, alimentos procesados o inflamatorios y darles mayor enfoque a los alimentos ricos en fibra, vitaminas y minerales.
Actualmebnte, no existe un estudio específico sobre la dieta hormonal, pero sí investigaciones sobre la relación de las hormonas y el aumento de peso. Por ejemplo, algunos estudios revelan que el desequilibrio de la hormona tiroidea sí tiene un efecto sobre el metabolismo y conduce al aumento de peso.
Pero, por otro lado, la ciencia también afirma que prohibirnos alimentos (como lo que propone la dieta hormonal) puede ser contraproducente para controlar la ansiedad por comer o llevar a buen término un régimen alimenticio.
La mejor dieta siempre será aquella que produzca adherencia a largo plazo. Incluso si cometes errores, si eres capaz de levantarte al día siguiente y seguir comiendo bien, pues esa es la dieta que funciona.
Finalmente, un buen acierto de esta dieta es que propone lineamientos saludables. Si se trata de ir de a pocos, quizás podamos hacer bien en disminuir el consumo de café, carnes rojas, lácteos (quizás los más grasos) e implementar el ejercicio físico al menos 3 veces a la semana.
Te dejamos un video de Youtube de nuestro canal Método Lázaro:
Periodista especializada en temas de medicina, nutrición y fitness. Amante del deporte, de la escritura y los libros.