Día a día, muchas mujeres viven y sufren la endometriosis, una enfermedad ginecológica crónica que puede afectar enormemente su salud y bienestar emocional. Pero, ¿qué sucede con el binomio endometriosis y ejercicios? ¿Es posible? En este artículo lo descubriremos.
Todos los meses, durante la menstruación, el revestimiento endometrial del útero se desprende. Sin embargo, la endometriosis ataca cuando un tejido similar a ese revestimiento crece fuerta del útero, adhiriéndose a los órganos reproductivos y, a veces, propagándose a otros como el intestino.
Los efectos de esta enfermedad traen consigo calambres menstruales agonizantes, menstruación abundante, problemas intestinales y urinarios y dolor pélvico crónico, así como la fatiga debilitante y el dolor durante las relaciones menstruales.
El impacto de ello en la salud física, el bienestar mental, la capacidad para trabajar o estudiar, socializar o tener relaciones íntimas de una persona puede ser devastador.
No obstante, aún hay muchas cosas que no sabemos sobre la endometriosis: por qué algunas mujeres la desarrollan y otras no, si hay un componente genético, por qué algunas tienen peores síntomas que otras, etc.
Es vital conocer cada una de estas etapas para saber cómo reaccionar y tratar la enfermedad:
Primera etapa: endometriosis mínima con pequeñas lesiones que infiltran la membrana que recubre el abdomen;
Segunda etapa: endometriosis leve con signos de enfermedad más extendida, incluidos quistes ováricos
Tercera: endometriosis moderada que infiltra órganos dentro de la cavidad pélvica
Cuarta: lesiones graves de endometriosis y tejido cicatricial que pueden afectar órganos de todo el cuerpo, incluidos el intestino, el apéndice, el corazón y los pulmones.
Si bien el médico puede sospechar de la endometriosis por los síntomas, es vital realizar una cirugía. Mediante la laparoscopia se inserta un tubo delgado e iluminado a través de una pequeña incisión en el abdomen para verificar el tamaño y la ubicación de cualquier crecimiento de endometriosis.
Luego del diagnóstico, el médico te dirá cuál es el próximo paso. Si bien no existe una cura para la endometriosis, las opciones de tratamiento pueden ofrecerte una mayor calidad de vida.
Algunos tratamientos son no quirúrgicos, que incluyen terapias hormonales y analgésicos; otros tienen otro enfoque complementario como la acupuntura y la dieta, y finalmente, la cirugía, que se puede realizar para extirpar las lesiones endometriales o, en un caso muy grave, realizar una histerectomía.
El ejercicio es increíble para proteger tu cuerpo contra enfermedades inflamatorias y regular el efecto de los estrógenos. Si tomamos en cuenta que la endometriosis es una enfermedad inflamatoria dependiente de los estrógenos, entonces hacer ejercicio tiene todo el sentido.
Aún se necesita investigar más sobre qué tipo de ejercicio funciona mejor, pero algunos estudios muestran que el ejercicio puede ayudar a las personas con endometriosis. En una revisión publicada en BMC Women's Health, se señaló que la actividad física mejora considerablemente los síntomas de la endometriosis.
Por otro lado, en el 2017 se publicó en el Journal of Physical Therapy Science que las mujeres con endometriosis sintieron menos dolor pélvico luego de entrenar por 8 semanas.
Algunos de estos ejercicios incluían:
Luego de una cirugía sí es necesario bajar el impacto de los ejercicios, por lo cual no están recomendado los de alta intensidad, tipo HIIT, AMRAP, entre otro que incluyan muchos saltos o intensidades elevadas. Lo mejor será caminar a paso lento e ir subiendo la intensidad conforme vayas recuperándote. Lo ideal es estar asesorada de tu médico y de tu entrenador personal.
Te dejamos un video de nuestro canal de Youtube Método Lázaro.
Me llamo Carlos Lázaro, soy entrenador personal personal y nutricionista profesional y mi objetivo es democratizar el conocimiento y ayudar a las máximas personas posibles a mejorar sus vidas y transformar sus cuerpos. Gracias.