Estos son los peligros del uso de laxantes para bajar de peso, No es necesario adoptar hábitos poco saludables para perder esos kilos de más.
Podría ser arriesgado usar laxantes para perder peso.
Algunas personas tienen una fuerte obsesión por querer perder peso.
Otros tienen miedo de que crezcan.
Usar laxantes para bajar de peso es uno de ellos.
No funcionan como una forma de perder peso o como un medio para quemar grasa, lo que debe aclararse de inmediato.
Como veremos a continuación, su uso inadecuado, excesivo y no supervisado también puede tener un impacto negativo en tu salud.
El uso de ciertas clases de medicamentos, como los laxantes, requiere receta médica.
Por vía oral o rectal son las dos opciones.
Como resultado, la comida se moverá a través del sistema digestivo más rápidamente.
En los casos en que el intestino está comprometido, aceleran o ayudan en la eliminación de las heces.
Por lo general, se recomiendan para tratar el estreñimiento, aumentar el volumen de las heces o facilitar la micción.
Adicionalmente, cuando se planifiquen estudios endoscópicos, puede ser necesaria su administración.
Sin embargo, el tipo de laxantes a utilizar, su dosificación y el tiempo que el paciente debe utilizarlos deben ser decididos por el médico tratante.
Es preferible utilizar aquellos que contengan extractos de productos naturales.
De hecho, se recomienda aumentar la ingesta de fibra para aprovechar sus propiedades laxantes naturales si tienes problemas para orinar con frecuencia.
Algunas personas han estado usando laxantes para tratar de perder peso durante un tiempo y se ha convertido en una práctica común.
Este no es el uso previsto de estos medicamentos, como hemos dicho anteriormente.
También se cree que aquellos que tienen una propensión a tener sobrepeso u obesidad tienen más probabilidades de hacerlo.
Sin embargo, debe quedar claro que los adultos también están involucrados, no solo los niños.
Es importante tener en cuenta que no hay evidencia que respalde la efectividad de los laxantes en la pérdida de peso.
Y resulta que los líquidos compensan el peso perdido.
Los laxantes generalmente tienen un impacto en el funcionamiento del intestino grueso, ayudando con el tránsito de las heces.
Sin embargo, no eliminan la grasa subcutánea adquirida en el cuerpo.
Con dieta y ejercicio, esto se puede eliminar de otras maneras.
Ahora, si alguien usa un laxante para bajar de peso, podría perder de 1 a 2 kg de líquidos, junto con minerales y electrolitos.
Pero una vez que beba un poco de agua, los recuperará.
En otras palabras, cualquier pérdida de peso lograda de esta manera solo durará poco tiempo.
Los trastornos que trae consigo podría ser lo único que persiste.
siendo así una práctica arriesgada que puede conducir a una serie de problemas de salud.
Sin la supervisión de un médico, la gente se involucra en esto.
Por lo tanto, pueden abusar o consumir laxantes en exceso de la dosis y el tiempo recomendados.
Como resultado, se puede desarrollar una diarrea severa, que provoca pérdida de electrolitos y deshidratación.
Este punto plantea el problema de la disminución de la producción de orina como resultado de una mayor deshidratación provocada por la pérdida de agua en las heces.
Los efectos sugieren enfermedad renal y un aumento del ácido úrico, lo que puede desencadenar el desarrollo de enfermedades como la gota.
El cuerpo tiene menos tiempo para absorber algunos nutrientes porque el tránsito intestinal se acelera.
Por ejemplo, los problemas musculares y las arritmias cardíacas pueden ser el resultado de una deficiencia de potasio.
Con el tiempo, si seguimos usando laxantes para reducir nuestro peso, experimentaremos una descompensación que se traduce en un desequilibrio nutricional sin que necesariamente reduzcamos nuestro peso.
La anemia podría desarrollarse como resultado de una deficiencia de nutrientes, que es otro problema. Esto se ha observado en personas con trastornos alimentarios como la anorexia.
El uso prolongado de laxantes puede irritar el colon y el tracto digestivo superior, lo que puede afectar el revestimiento, la permeabilidad y la funcionalidad de la mucosa intestinal.
Dado que los intestinos no están obligados a realizar plenamente sus funciones como resultado de la supresión de los laxantes, pueden dejar de funcionar con la misma eficacia que antes.
Como resultado, aunque parezca contradictorio, no podremos evacuar solos y en su lugar experimentaremos estreñimiento.
Los jóvenes que usan laxantes y varias pastillas para adelgazar para perder peso tienen un mayor riesgo de desarrollar anorexia, según una investigación.
otros comportamientos adictivos se vuelven más pronunciados.
Uno de los mayores problemas de este consumo es que los adolescentes suelen tener conductas de riesgo sin tener en cuenta las repercusiones.
La práctica puede volverse adictiva y, con frecuencia, está relacionada con el inicio temprano del uso de sustancias nocivas como el tabaco, el alcohol y otras drogas.
Es posible desarrollar una obsesión por tener un cuerpo delgado. Además, si bien se recomienda mantener un peso saludable, tener ciertos comportamientos finalmente tiene efectos negativos a largo plazo.
Es crucial recordar que cualquier dieta o actividad que nos obligue a poner en riesgo nuestra propia salud puede ser ventajosa.
No perderemos kilos de forma permanente si utilizamos laxantes para bajar de peso; además de ser perjudiciales para nosotros, también son inútiles.
Sí, hay dos sugerencias si quieres adelgazar sin poner en peligro tu salud, es decir, sin sufrir descompensaciones en tu alimentación y sin convertir lo que es grasa en masa muscular.
hacer ejercicio en un regularmente.
Para lograrlo, debes consultar a un nutricionista y un Nutricionista Deportivo, quienes trabajarán contigo para crear una dieta y sugerirte ejercicios basados en tus necesidades calóricas y nivel de actividad.
Licenciado en Nutrición y Dietética.
Soy un nutricionista y dietista apasionado por la nutrición deportiva, enfocado en ayudar a los deportistas a optimizar su rendimiento y mejorar su recuperación.