Si has decidido empezar a realizar ejercicios de fuerza en casa o en el gym, quizás estés investigando sobre el equipo que necesitas para hacerlo o ya se lo hayas preguntado a tu entrenador. ¿Serán mejor las mancuernas o barras? Si aún no sabes cuál te ayudará a desarrollar tu fuerza, masa muscular o simplemente maximizar tu entrenamiento, aquí te lo contamos.
Tanto las mancuernas como las barras se conocen como pesas libres, ya que no están conectadas a ninguna máquina y pueden levantarse o moverse libremente. Ambas también vienen en formas diferentes, estilos y pesos y tienen como fin mejorar la composición corporal y el rendimiento.
El tema surge cuando no sabemos qué ventajas o desventajas tienen o cómo podemos combinarlas para optimizar nuestro entrenamiento. Así que la respuesta sobre ‘mancuernas o barras’ depende del tipo de entrenamiento, del espacio en donde hagas tu rutina, de si quieres levantar más pesado, dominar movimientos explosivos, etc.
Si estás empezando a entrenar, las mancuernas serán el mejor implemento. Son fáciles de usar, caben en espacios pequeños y no hay que tener tanto cuidado como con una barra. Además, son más livianas cuando empezamos a levantar pesos.
Si estás haciendo ejercicio en tu hogar y no tienes mucho espacio (ni presupuesto), empieza a entrenar con mancuernas. Puedes comprar las de peso fijo o las que vienen con varios pesos para colocar (estas últimas te harán ahorrar muchísimo). Y lo mejor, ocupan poco espacio.
Al no estar conectadas por una barra, las mancuernas permiten tener un mayor rango de movimiento durante los ejercicios. Un ejemplo de ello está en el press de banca con barra, que limita la posición de los brazos, codos, muñecas y hombros y la profundidad de este ejercicio está delimitada por la barra. Una gran diferencia si lo hacemos con mancuernas.
Cuando utilizas mancuernas es muy fácil saber si tienes desequilibrios musculares, ya que puedes balancearte o darte cuenta si te mueves mal. Sabiendo esto será más fácil que tu entrenador te ayuda a mejorar esas áreas débiles.
Con la barra, descubrir esto sería un poco más difícil, ya que ambas manos están fijadas a una sola barra. Así, si en algún momento sientes debilidad en tu brazo izquierdo, el derecho lo compensará fácilmente.
Esto podría ser considerado un contra. Cuando utilizamos mancuernas, cada mano se mueve de forma independiente, por lo cual, si queremos hacer movimientos pesados, necesitamos utilizar un poco más el cuerpo para estabilizarnos.
De un lado, esto es genial porque necesitaremos utilizar músculos estabilizadores como el core y mejoraremos el equilibrio. El contra solo estaría en que es más difícil levantar pesos pesados solo con mancuernas.
Como dijimos arriba, usar mancuernas requiere el uso extra de músculos estabilizadores, por lo cual no se pueden levantar tanto peso como si lo hiciéramos con la barra.
Así, sería mucho más ‘fácil’ hacer una sentadilla trasera con 60 kilos en barra, que sostener un par de mancuernas de 30 kilos cada uno a los lados. Todo es cuestión de estabilidad.
Las mancuernas siempre serán más seguras que las barras, ya que estas últimas, al poder acumular mayor peso, serán un poco difícil de transportar una vez que termines el ejercicio. No es tan fácil dejarlas caer en el piso como las mancuernas.
Ideal si cuentas con buen espacio de entrenamiento
Imagínate que estás reformando tu garaje en tu nueva zona de entrenamiento, pues bien, las barras serán perfectas para ti, además de otros artículos como mancuernas, pesas rusas, banco, etc.
Un contra muy común. Las barras permiten cargar mayores pesos, por lo cual son más caras que las mancuernas. No obstante, si tienes buen presupuesto, ¡adelante!
Si tu entrenamiento se basa en la sobrecarga progresiva, el entrenamiento con barras será imprescindible. Las barras, al estar en una posición fija, pueden aumentar el peso, sin que haya muchos problemas de estabilidad.
Por ejemplo, la misma persona que realiza un peso muerto de 80 kg con barra y discos, quizás no podría hacerlo con mancuernas de 40 kilos en cada mano. Por ello, mucha gente prefiere utilizar barras para los ejercicios compuestos, como sentadilla, peso muerto o press de banca.
Gracias a que la estabilidad al usar una barra es mayor, nos podremos concentrar más en mejorar la explosividad. Esto es ideal si estás realizando ejercicios compuestos (que involucra varios grupos musculares a la vez), como sentadilla o peso muerto.
Esto puede parecer poco importante, pero siempre lo es en términos de entrenamiento. Cuando tenemos barras, hay que tener tiempo adicional para colocarla en el estante, colocar y sacar los discos, bloquearlos con collares de barra. Esto puede ser muy engorroso.
Cuando las máquinas están ocupadas, es normal agarrar un juego de mancuernas e irse a un rincón del gimnasio. Pero con las barras es distinto, ya que necesitas un mejor espacio, delimitado por seguros y quizás no siempre hay muchas barras disponibles.
La respuesta final es la misma que al inicio: depende. Aunque si tenemos que darte un consejo, lo mejor es que las combines. Si eres principiante, tu mejor opción serán siempre las mancuernas, pero a medida que progreses –y siempre con la supervisión de tu entrenador- puedes agregar algunos ejercicios con barras. La idea es ir lento, pero seguro.
Te dejamos un video de Youtube de nuestro canal Método Lázaro:
Me llamo Carlos Lázaro, soy entrenador personal personal y nutricionista profesional y mi objetivo es democratizar el conocimiento y ayudar a las máximas personas posibles a mejorar sus vidas y transformar sus cuerpos. Gracias.