Harinas y carbohidratos: cuáles son y cómo consumirlas correctamente para ser feliz

13 de octubre de 2023

Las harinas y carbohidratos nos proporcionan gran cantidad de energía y nutrientes, por lo que es importante saber cuáles son y cómo consumirlas en su recomendable proporción. Te contamos todo acerca de estos alimentos y porqué consumirlos hace feliz a mucha gente.

Harinas y carbohidratos: alimentos favoritos

Los alimentos que forman parte del grupo popularmente denominado como harinas son, quizás, los más atractivos, apetitosos y suculentos. Pero al mismo tiempo son los más resistidos. En una sola frase: los amamos y los odiamos; en el sentido poético de la palabra, claro.

Y es que las harinas han sido estigmatizadas porque engordan, son poco digeribles, su exceso podría causar enfermedades y juegan en contra cuando intentamos bajar de peso. Por ello se les suele restringir de la dieta, a pesar de su enorme aporte nutricional y energético.

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Las harinas y carbohidratos están presentes en casi todos los alimentos que consumimos a diario, desde el desayuno, pasando por el bocado de media mañana, la comida, la merienda hasta llegar a la cena: en el trigo, la pasta, el pan, el arroz, la patata, la batata, la mandioca, entre muchas otras.

No se trata de restringir por completo a alimentos como el pan, sino consumirlos con moderación.

Hay que decir, asimismo, que todos estos alimentos forman parte de los llamados carbohidratos complejos, a diferencia de los carbohidratos simples como frutas y verduras.

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Las harinas son los alimentos que mayor energía proporcionan a nuestro organismo. Y es porque sus grandes cadenas de glucosa, que se estructuran en moléculas de almidón, son el combustible que se distribuye para potenciar los músculos, el cerebro y el resto de órganos.

Además de ser fuente energética, son alimentos muy ricos en nutrientes fundamentales. Van algunos ejemplos.

La papa aporta al organismo carbohidratos, hierro, calcio, fósforo y vitamina C.

Habría que añadir a todo ello que tanto la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) como la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomiendan que los carbohidratos deben ser los nutrientes mayoritarios de la dieta ya que de ellos se obtiene la glucosa, principal fuente de energía.

Aconsejan, eso sí, que deberían componer entre el 50 y el 60% del consumo energético diario, pero siempre privilegiando las verduras, frutas, legumbres y cereales. Mientras que los azucares agregados no deberían exceder el 10% del total de energía.

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Harinas y carbohidratos: restricciones sin razones

El asunto con la mala prensa que tienen las harinas tiene que ver más con la cantidad que con la calidad. Como ya dijimos, son un gran combustible para el organismo, pero hay que consumirlos en adecuadas proporciones, de acuerdo a la actividad que realicemos a diario, nuestro estado de salud y, siempre, acompañado de otros alimentos para sacarles el máximo provecho.

Tanto la actividad física como la intelectual requiere de una buena cantidad de carbohidratos.

Si haces ejercicio, vas al gimnasio o eres deportista de alta competencia tendrás un enorme desgaste de energía. Las harinas aportarán la energía necesaria para un mejor desempeño, pero sin acumular ni un gramo de grasa ya que quemarás todo el carbohidrato ingerido. Asesórate con un entrenador personal o nutricionista profesional para que te evalúe y guie sobre la exacta cantidad de harinas y carbohidratos que necesitas consumir.

Lo contrario sucederá si comemos gran cantidad de harinas, pero no las “quemamos”, debido a una mínima actividad física e intelectual. Todo ese carbohidrato sobrante se depositará en el cuerpo en forma de grasa, aumentaremos de peso y porcentaje de grasa corporal.

Entonces, la clave está en la cantidad de harinas que consumamos, más que en la calidad, porque ya sabemos los valiosos nutrientes que contienen.

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Harinas y carbohidratos: sus combinación perfectas

Además de moderar la cantidad, a las harinas y carbohidratos hay que darles la mejor compañía si queremos sacarles un mejor provecho alimenticio. A continuación, te explicamos lo bueno, lo malo y lo feo de las siguientes combinaciones. 

Perfecta combinación. Proporciona alta energía y contenido de fibra, haciendo que la digestión sea más rápida y menos pesada.

Demasiadas calorías. Tan pobre en fibras que la digestión se vuelve más lenta y pesada. Consecuencia: consumo elevado de calorías y aumento de peso.

No está nada mal si las combinas con proteínas bajas en grasa (pollo, pescado o huevo), pero sería mejor si se añaden al plato verduras como lechuga, acelga, zanahorias, espinaca, entre otras.

Buena combinación que mejora si se le añaden algunas verduras. Hay que pensar dos veces en añadirle alguna carne, porque las menestras de por sí contienen almidones y proteínas vegetales.

Combinación muy calórica que te hará subir de peso fácilmente. Mejor combinarlas con frutas y una poca cantidad de cremas o grasas.

Está muy bueno este video en nuestro canal de YouTube Método Lázaro: Equilibrando la Glucosa y los Carbohidratos! DATO IMPORTANTE 🔺 parte 1

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